Ya en 1944 los estrategas estadounidenses habían planteado la posibilidad de ocupar militarmente Manchuria, hacia el final de la contienda, pero finalmente esta opción fue desechada por ser más probable una ocupación militar soviética o china del territorio.
En poco tiempo los soviéticos lograron arrollar a los defensores japoneses y hacerse con el control del vasto territorio manchú.
[2] Tras la rendición japonesa, la mayor parte de Manchuria pasó a estar bajo ocupación soviética.
Aunque las fuerzas del Kuomintang deseaban una rápida evacuación militar soviética en Manchuria, esto habría supuesto que la región cayese inmediatamente en manos comunistas.
Por ello, las autoridades chinas fueron postergando en varias ocasiones la fecha final de retirada militar rusa.