Durante la batalla, el USS Penguin (AM-33) fue hundido después de derribar un avión japonés.
[1] Durante ese periodo, los chamorros fueron forzados a soportar el sufrimiento de la ocupación militar en una guerra que no había sido provocada por ellos.
En los primeros cuatro meses, la isla fue controlada por tropas armadas, quienes se alojaron en escuelas y edificios gubernamentales en Agaña.
A los chamorros se les permitió permanecer en su granjas y comerciar con los productos que necesitaban.
Reuniones masivas fueron celebradas en Agana para reforzar el "Nippon Seishen" (espíritu de Japón).
Con un resguardo insuficiente, poca comida, y sin instalaciones sanitarias, la vida en esos campos era miserable.
La artillería japonesa hundió 20 LVTs, pero a las 9:00 se encontraban tanques en tierra en ambas playas.
Pero siendo imposibles el reabastecimiento y los refuerzos debido al control marítimo y aéreo de los estadounidenses en todo Guam, él no podría esperar otra cosa que retrasar unos días la inevitable derrota.
Como en otras batallas de la Guerra del Pacífico, los japoneses se negaron a rendirse y casi todos fueron asesinados.
En este día la gente se reúne en Agaña, mira los desfiles y celebran carnavales.