Desde 1945, Egipto intentó renegociar los términos de este tratado, que fue visto como un vestigio humillante del colonialismo.
En el período inmediatamente posterior a la aprobación de este plan, estalló la guerra civil en el territorio del casi extinto Mandato.
Las fuerzas israelíes se retiraron del Sinaí y Gaza bajo la presión internacional.
Sin embargo, los miembros del Gobierno fueron enviados a El Cairo, y tenía poca o ninguna influencia sobre los acontecimientos en Gaza.
Aprovechando la dependencia del nuevo gobierno de sus fondos y su protección, los pagadores egipcios lo manipuló para socavar la afirmación de Abdullah para representar a los palestinos en la Liga Árabe y en los foros internacionales.
Todas las referencias a la Franja independiente fueron eliminadas y la administración egipcia se impuso oficialmente.
En este movimiento, Nasser canceló de facto cualquier autonomía palestina oficial.
[5] Un año más tarde, el servicio militar obligatorio se instituyó para el Ejército por la Liberación de Palestina.
En 1978, Israel y Egipto firmaron los históricos Acuerdos de Camp David, que puso fin oficial a la lucha entre ellos.
Debido a que el gobierno egipcio restringía el movimiento hacia y desde la Franja de Gaza, sus habitantes no podían moverse a otra parte para obtener un empleo mejor remunerado.