Entre las peticionarias se encontraban Silvia Castillo, Marcela Alemán y el esposo de esta, Roberto Cuello.
El 4 de septiembre, la colectiva feminista Ni una menos México se presentó en apoyo a las mujeres e ingresaron a las oficinas para tomar las instalaciones indicaron que no saldrían hasta que no se resuelvan sus casos.
[12] El cambio de nombre fue realizado por las manifestantes para convertir las oficinas en un refugio para mujeres vulneradas.
Indicando que se darán servicios de acompañamiento, asesoría legal, alimento y hospedaje.
[13] Las madres y las activistas que las apoyan realizaron pintas en el edificio e intervinieron algunos cuadros de figuras históricas de México como José María Morelos, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Francisco I. Madero.