La ocultación menor (en árabe: ٱلْغَيْبَة ٱلصُّغْرَىٰ, al-Ghaybah aṣ-Ṣughrā) se refiere al período durante el cual los duodecimanos creen que el Imam todavía mantenía contacto con sus seguidores a través de diputados (en árabe: ٱلنُّوَّاب ٱلْأَرْبَعَة, an-Nuwwāb al-ʾArbaʿa).
Los chiitas creen que en 873, después de la muerte del undécimo imán, Hasan al-Askari, su hijo y duodécimo imán fue ocultado a las autoridades del califato abasí como medida de precaución.
Cuando los creyentes enfrentaban dificultades, ponían sus preocupaciones por escrito y se las enviaban a su diputado.
Los diputados también recolectaban los impuestos del azaque y el jums en nombre suyo.
Esta situación llevó a un aumento en el papel que jugaban los diputados.
[6] El cuarto diputado murió seis días después, y los duodecimanos continúan esperando la reaparición del Mahdi.
- Kitab al-Kafi, Muhammad ibn Ya'qub al-Kulayni[6][3]Con respecto al consejo para sus seguidores durante su ausencia, se afirma que dijo: "¡Referíos a los transmisores de nuestras narraciones, pues ellos son mi Jujjah (prueba) para vosotros!
[8] Antes del surgimiento del Califato Fatimí, un pequeño grupo de ismailíes, los cármatas, creían que Muhammad ibn Isma'il había entrado en la Ocultación y fueron llamados "septimanos" para reflejar su creencia en solo siete imanes, siendo Isma'il, el padre de Muhammad, el último hasta su regreso.
[16] Las diversas ramas de los chiíes Musta'líes difieren sobre quién es el actual Da'i al-Mutlaq.
[18] Creen que la autoridad del Imam no es diferente de la autoridad de Ali, el primer Imam, y que actualmente proporciona orientación a los nizaríes sobre asuntos mundanos y espirituales.
Los drusos creen que el imán Al-Hákim bi-Amr Allah entró en Ocultación después de su desaparición en 1021 seguido por los cuatro Da'i fundadores de la secta drusa, incluido Hamza ibn-'Ali ibn-Ahmad, dejando el liderazgo a un quinto líder llamado Baha Al-Din.
Los drusos se negaron a reconocer al sucesor de Al-Hákim como imán, pero lo aceptaron como califa.