[3] Desde entonces, se ha visto en el mar un número importante de paíños con las mismas características estructurales y el mismo plumaje, especialmente en el océano Atlántico Norte, mientras que en países tales como Francia (1989), Inglaterra (1989, 1990), España (1994), Noruega (1996, 1997) y nuevamente Madeira (1991, 1994) pudieron atraparse individuos de la especie durante los meses del verano.
Para volar, aletea constantemente; golpetea la superficie del agua y recoge plancton, para poder alimentarse.
Al igual que la mayoría de los paíños, camina torpemente y arrastrando las patas.
Solo durante las tormentas puede llegar a la costa empujado por la marea, pero aún en esas ocasiones sería muy difícil reconocerlo.
Debido a que habita en un área muy extensa, esta especie no se considera en peligro de extinción.