Ocaña, retrato intermitente

En ese “retrato” que captura la cámara de Ventura Pons, Ocaña carga contra las convenciones sociales (“¿por qué no quitarse la ropa?”, preguntará al inicio) y contra la represión sexual, actitud que es síntoma de sus propias vivencias y experiencias en Cantillana, el pueblo sevillano donde se crio.“No soy travesti”, soy “teatrero”, dirá haciendo referencia al poder que considera tiene el sujeto para actuar en libertad.Es interesante, a este respecto, su descripción como “libertataria”, neologismo que enlaza con esa forma de ver la vida sin sometimientos ni clasificaciones.Es interesante pensar esta grabación desde una doble perspectiva: por un lado, como archivo que nos permite pensar el posfranquismo no exclusivamente desde Barcelona, sino desde tal ciudad en comunicación con Sevilla, origen de Ocaña; por otro, como documental desde el que uno cuenta su vida en primera persona, construyendo su relato e identidad con plena consciencia del momento que se vive.Rodada durante 1977,[3]​ Ocaña, retrato intermitente fue la primera incursión tras las cámaras del realizador Ventura Pons.
Ventura Pons realizó su debut cinematográfico con este documental centrado en la figura de José Pérez Ocaña .