Antes de dedicarse al cine se dedicó durante una década a la dirección teatral, en la que dirigió una veintena de espectáculos, rodó su primera película en 1977, Ocaña, retrato intermitente, por la que fue seleccionado oficialmente por el Festival de Cannes de 1978.
Pese a que acostumbraba a rodar sus películas en catalán, casi siempre las doblaba al español para que se distribuyeran en toda España.
También fueron estrenadas en numerosos países.
Su obra se programó en los mejores Festivales Internacionales, destacando la Berlinale, donde consiguió su presencia durante cinco años consecutivos.
Fue propietario de la compañía cinematográfica «Els Films de la Rambla, S.A.» fundada en 1985, que ha producido casi todos sus largometrajes.