Un obturador de hoja simple es un tipo primitivo de obturador de la cámara fotográfica consiste en un mecanismo con uno o más hojas de metal pivotantes que normalmente no permiten que la luz penetre a través del objetivo y llegue a la película, pero que cuando se activa la apertura del obturador se mueven las hojas para descubrir la lente del objetivo durante el tiempo requerido para realizar la exposición, y posteriormente se cierra.
Está situado justo delante del dispositivo fotosensible, y está formado generalmente por dos cortinillas, una de apertura y otra de cierre, que se mueven en la misma dirección.
Una desventaja frente al obturador central es la dificultad de sincronización con el flash, que suele encontrarse entre 1/30 y 1/500 s, dependiendo de su tamaño y materiales utilizados.
Esto puede resolverse con un flash que mantenga la iluminación durante el tiempo total que tarda la exposición en realizarse, por lo general son flashes especiales dedicados de cada marca (sincronización FP).
[1] Hoy en día los obturadores suelen ser controlados de modo electrónico mediante electroimanes.