Las progresivas variaciones de abertura o pupila del diafragma se denominan apertura, y se especifican mediante el número f, que es la relación entre la longitud focal y el diámetro de abertura efectivo.
Este tipo de apertura la encontramos en los primeros instrumentos fotográficos, llamados «cámaras estenopeicas».
Finalmente, el diafragma evolucionó hacia su estructura actual, que consiste en un conjunto de aletas, generalmente metálicas, que se mueven hacia adentro o hacia afuera, formando con sus extremos un orificio poligonal, cuyo diámetro define el valor de apertura; los más modernos utilizan aletas con perfil redondeado, lo cual produce un efecto más armónico en el bokeh de la imagen resultante.
El t es el número f teóricamente correspondiente a la luminosidad real medida, donde también se tiene en cuenta la absorción de luz por las lentes del objetivo.
Este comportamiento se debe a que el ángulo que forman los extremos del diafragma con el punto en el plano enfocado con un f cerrado será un ángulo estrecho y permitirá posicionar los círculos de confusión en posiciones más alejadas del plano de enfoque tanto por delante como por detrás aumentando el espacio que se ve apreciablemente nítido.
Hoy día el fenómeno acabado de explicar no es considerado por mucha gente como un fallo, sino que más bien se busca en algunas fotografías.
Este hecho ayuda darle más importancia al sujeto que se encuentra en primer plano.
Con aperturas pequeñas (número f alto) la difracción aumenta afectando negativamente a esta.
Los objetivos más modernos suelen tener elementos múltiples y lentes especiales que corrigen las aberraciones, lo cual permite lograr mayor nitidez a números f más bajos, generalmente entre f/5,6 y f/6,3.
El valor óptimo del número f para máxima nitidez es una característica propia de cada objetivo que los fabricantes no suelen publicar, pero que puede obtenerse haciendo pruebas a diferentes aperturas.
Cuando a la cámara fotográfica se le indica que no trabaje de manera automática, es decir, que no calcule la velocidad y el diafragma según su criterio, se le pueden indicar normalmente diversas opciones como que trabaje de manera completamente manual, dando prioridad al diafragma o a la velocidad.
En algunos casos, como los Waterhouse o los rotativos, podemos variar muy poco o nada diámetro de este, ya que contienen una apertura ya determinada por el fabricante y tipo de objetivo.
Estos diafragmas modernos son llamados con el nombre de iris debido a su semejanza con el ojo humano.