Estos valores suelen oscilar entre los 30 segundos y 1⁄8000 de segundo en las mejores cámaras; para realizar exposiciones más largas suele existir la opción B (o modo Bulb) en la que el obturador se mantiene abierto durante el tiempo que mantengamos el dedo sobre el pulsador.
Una variante del modo B es el modo Time (T), casi en desuso, en el que ha de accionarse el pulsador una vez para comenzar la exposición del sensor o película, y otra para finalizarla.
El término velocidad de disparo es el tiempo que el obturador permanece abierto dejando pasar la luz al sensor.
Junto a la apertura del diafragma, es uno de los principales componentes necesarios para formar una exposición adecuada.
Velocidades cortas (también llamadas rápidas) se pueden utilizar para congelar el movimiento, por ejemplo de un coche de F1, en cambio velocidades de larga exposición (también llamadas lentas) se pueden utilizar para difuminar intencionalmente movimiento para efectos artísticos o para hacer fotografías nocturnas con poca luz, las cuales necesitan esa velocidad para que llegue más cantidad de luz al sensor.
A menudo las cámaras incluyen una o dos opciones para hacer exposiciones muy largas: Hay una regla que sirve de orientación.
Un tiempo de exposición largo será más sensible al movimiento pudiendo expresarse en forma difusa y uno más corto obtendrá una imagen «congelada» y nítida.
Suele decirse que el tiempo más largo es 1/(distancia focal), en este caso se refieren a la velocidad focal de una cámara reflex analógica o sin factor multiplicador.
Una técnica estéticamente muy interesante por su dinamismo, y que transmite el movimiento sin la utilización de un tiempo realmente lento, es el barrido.