Cuando Bach llegó a Leipzig un mes más tarde, parece poco probable que se haya visto involucrado en la creación del nuevo instrumento.
Solo en 1723, Bach escribió tres cantatas, que son la BWV 46 (Schauet doch und sehet, ob irgend ein Schmerz sei, 1 de agosto), BWV 179 (Siehe zu, daß deine Gottesfurcht nicht Heuchelei sei, 8 de agosto) y BWV 48 (Ich elender Mensch, wer wird mich erlösen, 3 de octubre).
El oboe de caza se utilizó solamente a finales del Barroco, después cayó en desuso hasta que en el siglo XX se mostró el interés por la interpretación de cómo sería en la época lo que provocó su reaparición.
La innovación estaba a la orden del día, y antiguos instrumentos como el oboe de caza tenían pocas oportunidades de sobrevivir (como por ejemplo ocurrió con el piano que suplantó al clavicordio).
Sin embargo, Forsyth la escribió durante un tiempo en el que la lutería (el estudio de instrumentos musicales) estaba en su infancia.
Algunas de sus declaraciones, incluyendo la de Beethoven, son cuestionables y necesitan una revisión debido a investigaciones recientes -en este caso Beethoven en sus Tríos para dos oboes y un instrumento más grave en fa claramente etiquetado como corno inglés.
Sin embargo, Bach solía emplear los registros medio y bajo, quizás porque son los más característicos para este instrumento.
Curt Sachs, en su Real-Lexicon der Musikinstrumente (1913), por ejemplo, incluyó un dibujo del oboe considerado como primitivo y bastante especulativo.
Otros fabricantes son Sand Dalton de Lopez Island, Washington, United States[4], Richard Earle, y Marcel Ponseele.