Oboe

[6]​ El oboe posee unas llaves que sirven para facilitar la ejecución de cualquier pasaje musical y ampliar su registro.

[13]​ Las orquestas suelen afinar escuchando al oboe tocar el tono de concierto: un la3 a 440 hercios (es el la que se encuentra por encima del do central del piano, vibrando unas cuatrocientas cuaretenta veces por segundo o, lo que es lo mismo, a 440 Hz).

Para tocar en este registro, al oboe se le ha añadido una tercera llave de octava, pero incluso así resulta pesado y difícil.

A diferencia del clarinete o la flauta, que son de taladro cilíndrico, los armónicos suenan ligeramente velados debido al ensanchamiento cónico del tubo, y esto es una ventaja, pues, por otra parte, se pueden conseguir efectos de extrema dulzura.

Gracias a esa característica, los oboes se escuchan fácilmente por encima de otros instrumentos en conjuntos musicales amplios.

Debe tenerse un gran cuidado al colocar la lengüeta entre los labios, pues de su posición depende la calidad del sonido emitido.

En contraposición a lo anterior, Gustav Mahler, para obtener una sonoridad más estridente, disponía los oboes y clarinetes de tal manera que sus campanas apuntasen directamente hacia el público.

La caña española puede, en algunas ocasiones, suplir a la francesa, pero no por mucho tiempo, dado que su duración es algo menor.

Por último, se procederá al pulido o «raspado», proceso altamente delicado que requiere una gran experiencia y habilidad.

En cualquier caso, algunas empresas venden cañas atadas y pre-raspadas que requieren solo unos retoques para funcionar.

En el siglo XIX, la adición de las llaves y la multiplicidad de agujeros hizo que se impusiera la madera más resistente: el ébano (Diospyros ebenum), más precisamente conocido como granadillo negro (Dalbergia melanoxylon), madera dura y densa que crece en África Central y Madagascar, que es marrón cuando se corta, pero luego adquiere una tonalidad negra tras pulirla o dejarla secar al sol.

Su ejecución presentaba gran dificultad y, de hecho, Aristóteles aconsejó que el aulos fuese tocado por músicos experimentados.

En el siglo XV, la villa de Cousteill (en Poitou) llegó a ser célebre por los oboes que se hacían allí.

[40]​ En 1651, Michel Philidor, virtuoso en muchos instrumentos de viento, es asignado en la Grand Écurie du Roy en la Corte Francesa.

En los últimos años de la década 1650-1660 la comunicación entre estas dos personas daría como resultado final la creación del oboe propiamente dicho.

[41]​[38]​ James Talbot hizo la descripción de este oboe barroco: contaba con seis orificios, tres para cada mano.

Tenía seis agujeros principalmente distribuidos por dos grupos de tres, separados por un espacio más largo y por una clavija entre ellos.

Las mediciones de Talbot sugieren que había poca diferencia con las usadas en los shawms ingleses (como se llamaba al primitivo oboe en Inglaterra).

Desde la segunda mitad del siglo XVIII hay una primera evidencia positiva, aunque escasa, de las cañas usadas.

Extendió la tesitura del instrumento hasta el si bemol, aunque esta particularidad no fuera todavía de uso corriente.

Contemporáneos a Brod fueron los primeros oboes de la familia Triébert, en cuyas manos el instrumento francés progresó hasta su forma más fina.

El resultado fue un instrumento de gran calidad y sonoridad más suave, características que aún mantiene hoy.

Hay escuelas que lo aconsejan para los principiantes, pero su empleo no es de manera generalizada pues el sistema francés también tiene sus adeptos.

[63]​[7]​ El oboe francés lo producen en numerosos países distintas casas: en Francia, Marigaux, Loreé, Cabart, Rigoutat, Buffet; en Inglaterra, Louis, Howarth; en Alemania, Mönnig, Pigner, Frank und Meyer, Püchner; en Italia, Bulgheroni, Patricola, Incagnoli; y en América, Laubin, Fox, Covey.

Para realizar los siguientes efectos de manera satisfactoria es recomendable emplear una lengüeta muy flexible, elástica y con suficiente cuerpo.

En el Clasicismo, cabe mencionar a Vincenzo Bellini, Domenico Cimarosa, Carl Ditters von Dittersdorf, Gaetano Donizetti, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig August Lebrun, Antonio Salieri, entre otros.

Una excepción fue Derek Bell, arpista del grupo irlandés The Chieftains, que usó el instrumento en algunas interpretaciones y grabaciones.

La banda estadounidense de contradanza Wild Asparagus,[79]​ establecida en Massachusetts, también emplea el oboe, tocado por David Cantieni.

El compositor y contrabajista Charles Mingus le dio al oboe (tocado por Dick Hafer) un corto pero importante papel en su composición «I.X.

A finales de la década de 1960 y en la década de 1970, varias bandas que surgieron empleaban el oboe en sus grabaciones, por ejemplo The Moody Blues (Ray Thomas), Henry Cow (Lindsay Cooper), New York Rock & Roll Ensemble (Martin Fulterman y Michael Kamen), Roxy Music (Andy Mackay), Electric Light Orchestra (Roy Wood), Wizzard (Roy Wood), y Japan (Mick Karn).

Tres oboes: tradicional, barroco y moderno. Puede apreciarse la evolución y el desarrollo de las llaves, así como la madera y la forma del taladro, la campana y la lengüeta.
Oboe actual de la firma Marigaux
El oboísta Albrecht Mayer preparando las cañas para su uso. Los oboístas elaboran sus propias cañas para conseguir la respuesta sonora y tono deseados.
Madera de ébano
Llaves de un oboe realizadas en alpaca y bañadas en plata
Tumba etrusca de Leopardi (detalle)
Intérprete de aulos. Anónimo. Lecito ático de figura negra con fondo blanco, hacia 480 a. C. Proviene de la tumba n.º 22 de la necrópolis Gaggera en Selinunte , Sicilia .
Dos chirimías tocando. Miniaturas del Códice de El Escorial, hacia 1270. Cantigas de Santa María .
Ilustración del Syntagma Musicum de Michael Praetorius , mostrando la familia del Pommer , antecedente del oboe moderno. Las figuras del 1 al 5 marcan las bombardas; el resto son gaitas.
Oboe barroco de dos llaves, copia Stanesby
Al principio, cuando el oboe contaba con pocas llaves, se realizaban dos agujeros en el lugar de uno para, tapando uno en lugar de los dos, realizar la misma nota un semitono ascendente.
Oboísta tocando. Grabado extraído de Musicalisches Theatrum de J. Ch. Weigel. El auge de la burguesía hace que los músicos tengan que depender cada vez menos de «sus protectores» e interpreten más su música para los nuevos destinatarios.
Oboe del Clasicismo de siete llaves, tras las mejoras introducidas en el oboe barroco a partir de la mitad del siglo XVIII . Copia de Sand Dalton sobre el original de Johann Friedrich Floth, hacia 1805.
Desde comienzos del siglo XIX la elaboración de las llaves y el torneado ha cambiado mucho. Hoy en día se emplean técnicas digitales de pulido de maderas, de taladrado de precisión y se sigue todo mediante un proceso informatizado, aunque al final los retoques del instrumento (tornillos, sonido y afinación) los realizan a mano expertos especializados. [ 48 ]
Oboísta sujetando un oboe clásico. Se puede apreciar el detalle de la caña primitiva, mucho menos elaborada. Retrato de 1770 atribuido a Johann Zoffany (1733–1810). Smith Zollege Museum of Art, Northampton, Mass.
El oboísta (Benjamin Sharp) . Retrato de 1880 por Thomas Eakins (1844-1916)
Fotografía de 1855 de Frédérick Triébert (1813-1878) del Catálogo Triébert, considerado como uno de los diseñadores del oboe moderno.
Fotografía de François Lorée (1835-1902). En el reverso de la fotografía hay una dedicatoria manuscrita de Lucien Lorée que reza: «F. Lorée, fundateur de la maison, à mon bon ami Tabuteau, souvenir affectueux, L. Lorée» («F. Lorée, fundador de la casa, a mi buen amigo Tabuteau, recuerdo cariñoso, L. Lorée»).
Lucien Lorée (1867-1945). Fotografía dedicada «a Monseieur Dubois, cariñoso recuerdo de un amigo sincero, L. Lorée».
Oboe vienés
Llave del pulgar del sistema thumbplate
Staccato
Ligado
Trino.
Armónico
Glissando
Partitura y oboe