Arquidiócesis de Santiago de Chile

Lo acompañaban tres sacerdotes: Rodrigo González Marmolejo, Juan Lobo y Diego Pérez.Su participación en el Tercer Concilio de Lima influyó decisivamente en su labor pastoral: Durante toda época colonial de Chile resaltan las actividades misioneras llevadas a cabo por las órdenes religiosas: agustinos, dominicos, franciscanos, jesuitas y mercedarios.Salvo algunos destacados ejemplos, como fray Camilo Henríquez, la gran mayoría del clero apoyó la causa realista.La Santa Sede, en concomitancia con España, decidió no preconizar un nuevo obispo hasta la muerte de cada uno de los titulares exiliados, cosa que sucedió en toda América Latina, por lo que la principal sede chilena estuvo vacante hasta 1832.Esta renovación conllevó el restablecimiento del seminario, con la consiguiente educación de un nuevo clero local.A la muerte de este último, en 1843, fue designado para el cargo José Alejo Eyzaguirre Arechavala quien, tras un breve mandato, fue sucedido por Rafael Valdivieso.[6]​[7]​ En 1908 asumió como arzobispo Juan Ignacio González Eyzaguirre, quien se prestó atención a los problemas sociales de los trabajadores, siguiendo la encíclica Rerum Novarum del papa León XIII.[8]​ En 1939 fue designado en el cargo José María Caro Rodríguez, quien llegó a ser el primer arzobispo chileno creado cardenal.En 1945 el sacerdote jesuita san Alberto Hurtado creó el Hogar de Cristo, mientras que Alfredo Ruiz-Tagle organizó la Fundación Mi Casa.Tras la muerte del cardenal Caro en 1959, asumió como administrador apostólico sede plena de Santiago Emilio Tagle Covarrubias.En 1987 Juan Pablo II visitó Chile, en una extensa visita apostólica durante la que elevó a la monja carmelita Teresa de los Andes al rango de beata en una gran y polémica celebración realizada en el parque O'Higgins.Debido a una grave enfermedad pulmonar renunció en febrero de 1998 y falleció en diciembre del mismo año.
Basílica de la Merced
Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Basílica del Corazón de María
Basílica de Nuestra Señora de Lourdes