La numeración romana es un sistema de numeración que se desarrolló en la Antigua Roma y se utilizó en todo el Imperio romano, manteniéndose con posterioridad a su desaparición y todavía utilizado en algunos ámbitos.La numeración romana posteriormente evolucionó a un sistema sustractivo, en el cual algunos signos en lugar de sumar, restan.Por ejemplo, el 4 en la numeración etrusca se representaba como IIII (1+1+1+1), mientras que en la numeración romana moderna se representa como IV (1 restado de 5) Los números romanos se escriben con letras del abecedario romano, pero originalmente provenían de los etruscos, los cuales usaban I, Λ, X, Ψ, y ⊕ para representar I, V, X, L, C, y M, respectivamente.Así resulta más fácil leer IX que VIIII, evitando además la confusión de este último con VIII.En la actualidad, no debe aparecer más de tres veces consecutivas un mismo signo.Se exceptúa la representación del 4 en las esferas de los relojes con cifras romanas, que puede hacerse como IV o como IIII.Como ejemplo, para mostrar un valor de diez millones se haría lo siguiente, pero con doble raya: X.Muchas monedas romanas, cuyo valor era una fracción duodecimal de la unidad, mostraban una notación basada en mitades y doceavos.Para fracciones entre siete y once doceavos se añadían puntos uncia de la misma forma que se añaden trazos verticales a la V para indicar números enteros entre seis y nueve.El primer paso decodifica los datos posicionales en una notación única, lo que facilita la tarea aritmética.Con ello, el segundo paso, al tener una notación únicamente aditiva puede entrar en funcionamiento.Es común ver en muchos relojes el uso de IIII para el numeral 4, en lugar del correcto IV.[3] A pesar del cambio, en muchos relojes se siguió utilizando el IIII.