Nuestra Señora del Refugio de los pecadores también llamada Virgen del Refugio es una advocación de la Santísima Virgen, como abogada, auxiliadora y mediadora ante Jesucristo.
El papa Clemente XI fue quien concedió la coronación pontificia bajo este título.
Los motivos por los que el papa Clemente XI decidió su coronación fueron, por un lado, los continuos errores cismáticos de los jansenistas que lograron enfriar la devoción a la Virgen en los fieles y, por otro, las grandes pestes que asolaron Europa a principios del siglo XVIII y que provocaron gran cantidad de muertes, sobre todo en Francia e Italia.
Como consecuencia de la devoción en aquellos pueblos mexicanos, muchos niños y niñas fueron bautizados con los nombres de Jesús o María del Refugio, llamados familiarmente como «Cuco» o «Cuca» o «Cuquita».
Este rasgo tan significativo ha hecho que haya crecido la afluencia de peregrinos a los santuarios.