Y si María fue venerada en París en esa fecha temprana, es posible que ella era, ya entonces, conocida como Nuestra Señora de París pues se conoce que la iglesia fue construida por el rey Childeberto en el año 522.
[6] Posteriormente se procedió a instalar una réplica en la Iglesia de Saint-Germain-l'Auxerrois, estatua que más tarde sería reemplazada por la original, siendo la copia destinada a la instalación temporal desplegada en parvis Notre-Dame - place Jean-Paul-II, en la explanada de la catedral.
A diferencia de otras representaciones anteriores, ambas figuras poseen gran naturalismo y facciones reconocibles.
María posee una exagerada curvatura en forma de S, detalle del gótico que se repetiría hasta bien entrado el siglo xv y cuyo mayor exponente serían, entre otros, las bellas Madonas, aunque a diferencia de los escultores griegos, creadores de este elemento artístico que pretendían enfatizar con ello la sensación de movimiento (contrapposto) y la anatomía, los escultores del gótico emplearon este recurso para resaltar la elegancia y la longitud del cuerpo.
Para ello se creó un proyecto, un concurso que lo ganó Jean Marie Bonnassieux frente a 53 competidores.