Debido a la perturbación económica causada por la hiperinflación, autoridades municipales estimularon mecanismos de trueque en localidades pequeñas, pero debido a que la expansión económica impedía prescindir totalmente del dinero, dichos municipios emitieron documentos que, a semejanza de un vale, podían ser usados como medio de intercambio con un valor facial fijo, reemplazando a la moneda emitida por el gobierno central.
Estas emisiones fueron llamadas notgeld, y circulaban en pequeño volumen, de acuerdo a las necesidades.
La urgencia económica motivó que algunas casas comerciales o empresas industriales emitieran sus propios notgeld para ser usados como medio de pago interno, respaldados por sus propios fondos, debido a la rápida devaluación del dinero.
Conforme la hiperinflación avanzaba en Alemania, las piezas del notgeld empezaron a emitirse en valores faciales cada vez más altos, por centenares, miles o hasta millones de marcos, y en papel cada vez más barato a fin de ahorrar costos.
Estas emisiones fueron denominadas en alemán Wertbeständige o "billetes de valor fijo".