La nomenclatura retroactiva es el contar de la historia más temprana de una persona, un lugar o una cosa mientras refiriéndose a dicha persona, lugar o cosa por un nombre que no entró en el uso hasta más adelante.
Un ejemplo fácilmente compresible de la nomenclatura retroactiva es la costumbre en que una mujer al casarse adopta el apellido de su marido (y en algunas culturas descarta el apellido con que nació).
Pero en los días universitarias de Hillary Rodham, ella todavía no estaba casada con Bill Clinton (después el 42.º presidente de los Estados Unidos; por lo tanto no había ninguna "Hillary Clinton" en ese entonces.
Cuando la gente de hoy lee las historias antiguas, confusión a veces resulta por el hecho de que en tiempos pasados los personajes históricos cambiaban sus nombres más a menudo que es común hoy, y los historiadores antiguos a menudo contaban sus historias de épocas más tempranas utilizando nombres posteriores.
La Biblia utiliza a menudo la nomenclatura retroactiva al contar sus historias.