Desde la antigüedad, algunos monarcas han optado por utilizar un nombre diferente al original cuando acceden a la monarquía.
[1][2][3][4] El nombre regnal generalmente va seguido de un número regnal, escrito como un número romano, para diferenciar a ese monarca de otros que han usado el mismo nombre mientras gobernaban el mismo reino.
En inglés hablado, estos nombres se pronuncian como «Elizabeth the First», «George the Sixth», etc; mientras que en español se pronuncia como «Isabel Segunda» o «Jorge Sexto».
Esto es costumbre; no hay una regla formal o general.
Por ejemplo, todo el período durante el cual una sucesión de cuatro Jorges (Jorge I, II, III y IV) de la dinastía Hannoveriana reinó en Gran Bretaña, se conoció como la era georgiana.