Noche de los Tanques

El capitán Echeverría le informó que la presencia de los tanques allí era para «brindarle protección al presidente encargado».

[1]​ Habiendo realizado la movilización, el mayor Soler Zambrano había violado todos los protocolos y procedimientos establecidos para la realización de cualquier operación militar, que requiere una serie de confirmaciones por radiogramas cifrados, órdenes tanto directas como por escrito y otras medidas de seguridad.

Soler fue sometido inmediatamente a juicio militar e interrogado por varios días por los motivos para ordenar la movilización de los tanques, respondiendo que obedecía a órdenes impartidas telefónicamente por parte del inspector general y segundo comandante del ejército, el general de división Juan José Bastardo Velásquez, quien negó ser el autor de la orden.

[1]​ Pocos días después de los eventos ocurrió la masacre del Amparo, que ocupó la atención nacional, y posteriormente el ministro de la defensa ordenaría cerrar el expediente de la Noche de los Tanques, por lo que no se realizaron más diligencias, declaraciones o nuevas detenciones relacionadas con los hechos.

El candidato Carlos Andrés Pérez asumiría la presidencia en 1989, y poco después de iniciado su periodo tendría que enfrentarse al Caracazo, por lo que no se prestó más atención a los eventos.