Títulos reales y nobiliarios de España

[2]​ Solo entre diez de las mayores casas ducales (Alba, Alburquerque, Fernán Núñez, Infantado, Borbón, Medinaceli, Medina Sidonia, Osuna, Peñaranda, Villahermosa) suman unos 199 títulos (36 ducados).Debido a la posición de la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza y Títulos del Reino de solamente reconocer títulos extranjeros en cuanto tal si «...la sucesión en estos títulos solo deben reflejarse cuando se han poseído por personas a quienes han reconocido la sucesión reyes efectivamente reinantes, pero no pretendientes ni titulares en el exilio de reinos desaparecidos», particularmente en «...el caso de títulos del extinto Reino de las Dos Sicilias, tal reino ya no existe y los pretendientes a él no son monarcas efectivamente reinantes», y a las consecuentes divisiones internas en su seno, España no cuenta con representación oficial en la organización coordinadora de la nobleza europea CILANE.Muchos nobles están presentes en el mundo de negocios, las finanzas y la tecnología, algunos con puestos de liderazgo en empresas del Ibex 35 como Amadeus, Banco Santander, CaixaBank, Inditex, Mapfre, etcétera.En la actualidad, los títulos nobiliarios encuentran su encuadre legal en el artículo 62, apartado f, de la Constitución Española de 1978, que regula la prerrogativa del rey a conceder honores y distinciones con arreglo a las leyes.Tramita las sucesiones el Ministerio de Justicia y su uso está sometido a su impuesto.Ejercer el derecho a utilizar oficialmente un título nobiliario en España se considera un hecho imponible y como tal conlleva el pago, en la modalidad de Actos Jurídicos Documentados, del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.[6]​ En el ámbito fiscal se regula en la ley del impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados.[13]​ Tienen una doble naturaleza: son distinciones cuasihonoríficas respecto de los méritos por los que se concedió y también expresan una relación de filiación con el primer titular y, en este último sentido, comparten cierta naturaleza jurídica con el apellido.Los títulos nobiliarios son otorgados por el rey, quien también sanciona cada una de las sucesiones en los mismos.Los títulos de la Casa Real son un tipo especial de título nobiliario que no se rige por las mismas normas que el resto.Es necesario siempre demostrar que tienen una significación valiosa para España y aportar la carta de concesión y el árbol genealógico que enlace con el primer titular.Los monarcas españoles concedieron igualmente títulos en los Estados que pertenecieron a la Monarquía Hispánica (Portugal, Flandes, Milán, Cerdeña, Sicilia y Nápoles).[19]​ Concretamente, afirmó que el título solo supone un «reconocimiento» y no tiene aparejada «ninguna cuestión material».Su hermana, presidenta de la Fundación Yagüe, calificó el hecho como «algo aberrante y ridículo».Sin embargo, estos últimos son títulos de la Casa Real concedidos con carácter vitalicio, por lo que, tras el fallecimiento de sus titulares, los títulos revertirán en la Corona y los herederos no podrán ostentarlos.Desde su proclamación hasta la actualidad, el rey Felipe VI no ha concedido ningún título nobiliario.
El Palacio de Liria en Madrid , casa del duque de Alba y su familia.
Cayetana Fitz-James Stuart , duquesa de Alba , era la persona con más títulos nobiliarios del mundo, con más de cincuenta. [ 14 ]