No me esperen en abril

No me esperen en abril es una novela del escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, publicada en 1995, y que viene a ser una culminación de Un mundo para Julius.[3]​ Luego, y sin proponérselo, Manongo hace otros amigos en el Country Club, adonde su madre lo impulsa a ir para que no esté solo durante las vacaciones de verano.Gracias a él, y a otros nuevos amigos del Barrio Marconi que conforman el grupo de Tyrone Power, conoce en una fiesta, también la primera de su vida, a Teresa Mancini Gerzso, o simplemente Tere, quien con su encanto y nariz respingada se convertirá en su primer y único amor.La historia se prolonga a través de casi medio siglo, lapso en el que el protagonista tratará de conservar intactos los instantes vividos con Tere y los momentos compartidos con sus amigos durante su fugaz adolescencia.[6]​ La obra se ve influenciada por el sentimentalismo inglés del siglo XVIII, sobre todo de Laurence Sterne, a quien Bryce considera como su mentor y cuyo apellido recibe el personaje de la obra.Manongo, a pesar de no tener lesiones, es llevado a la Clínica Anglo-Americana y el escándalo ya no se puede detener, los periódicos sacan portadas contra sus propios compañeros y el instructor.Es en esa autoimpuesta soledad que hace amistad con Adán Quispe, un provinciano migrante que vive como vigilante de un terreno del barrio residencial donde Manongo vive, un cholo de corralón, es decir, una amistad poco usual.Ahí va conociendo a la curiosa mezcla de compañeros que tendrá, la mayoría son ricos pero no todos provienen de las familias más tradicionales de Lima y los pocos que lo son, han sido en su mayoría alumnos expulsados por mala conducta del Santa María o del Markham, como el propio Tyrone.La diversidad cultural y racial es uno de las primeras cuestiones que se presentan en el “colegio más caro de América del Sur”, a la llegada de los alumnos al colegio no se encuentran con ningún profesor, por lo que el Macho Inurritegui procede a repartir las suites, para los chicos “decentes”, y unos cubículos que serían conocidos como “La barriadita” para los “cholos” y “los impresentables”.A su llegada al colegio don Álvaro no solo se da con la sorpresa de la falta del personal sino que también con la muerte de míster Patterson, director del colegio que fallece alcoholizado en su suite.
Nota de El Comercio , después del incidente en el colegio Santa María , que terminó con el entonces colegial Alfredo Bryce hospitalizado, después de que un profesor militar le castigara por no prestar atención.
Country Club de San Isidro