Pero muchos años después de su muerte es aún recordado por la gran Compañía Ruso-americana y el interés que despiertan en los estudiantes de historia las políticas seguidas en dicha empresa, que si no hubiera sido por su temprana muerte a los casi 41 años, hubieran podido cambiar el destino de Rusia y los Estados Unidos.
Al morir Shelijov en 1795, Nikolái se convirtió en el líder de un conjunto de ricas compañías, y resolvió que obtendría para sí y sus socios una serie de privilegios, análogos a los que Gran Bretaña le había concedido a la East India Company.
A finales del invierno de 1806 (durante el que casi se mueren de hambre) en Novoarjánguelsk, donde se encontraba ubicada la sede central de la Compañía, Rezánov compró un barco a un capitán yankee y navegó hacia los asentamientos españoles en California.
Su propósito era intercambiar su rica carga de pieles por alimentos y negociar un tratado para que sus colonias fueran aprovisionadas dos veces por año con los abundantes productos existentes en Nueva España.
Si bien fue recibido con gran amabilidad por los californianos, rápidamente se le hizo saber que las leyes de España prohibían a las colonias comerciar con potencias extranjeras y que el gobernador de California era incorruptible.
Finalmente, tras seis semanas estancia, partió para Novoarjánguelsk, con las bodegas del Juno repletas de galletas y carne desecada, con la promesa del perplejo gobernador de enviar una copia del posible tratado con Rusia a España y comprometido con la joven más hermosa de California, Conchita Argüello.
Su correspondencia con la compañía claramente indica su propósito de anexionar a Rusia toda la costa oeste del continente de América del Norte y propiciar la inmigración inmediata en gran escala desde Rusia.