[2] A los dieciocho años ingresó como voluntario en el ejército carlista, entrando inmediatamente en campaña.
Al año siguiente ascendió por antigüedad a teniente y en 1856 era ya comandante.
[3] Hizo luego la campaña de África, y por su comportamiento obtuvo la cruz de San Fernando y el ascenso a teniente coronel, pero, descontento por no creerse suficientemente recompensado, pidió su retiro al terminar la campaña, después de haber sido tan leal y tan valeroso en el ejército isabelino, como antes lo habla sido en el carlista.
[3] En diciembre de 1872 Don Carlos le ordenó volver a España para reanudar la guerra.
[5] Al año siguiente su rey le felicitaría con estas palabras: Unido al general Argouz y al coronel Pérula, consiguió reclutar más gente en Navarra y más tarde se le unió Antonio Lizárraga, contando entre los dos con unos 10 000 hombres.
Trasladado a San Salvador del Valle, allí acudió Don Carlos; el general aun pudo conocerle y darle gracias por su visita.