Niño Compadrito

El Niño Compadrito o Niño del Cuzco[1]​ es una figura popular peruana de Cuzco que es objeto de culto.

Se cree, en general, que es el esqueleto auténtico de un niño del que se puede ver solo la cara ya que el resto del cuerpo está completamente cubierto de atuendos.

[2]​ La imagen fue trasladada a un escondite cerca del pueblo de Huayllabamba (al sur de Machu Picchu) donde se le siguió venerando de forma clandestina.

El accidente automovilístico en que perdió la vida monseñor Vallejos, en 1982, fue visto como una venganza divina y el Niño Compadrito ganó miles de nuevos adeptos, incluso entre la gente ilustrada.

[2]​ Según Takahiro Kato, un antropólogo japonés, el culto al Niño Compadrito se remonta a la época del Virreinato, cuando los españoles dominaban el antiguo imperio de los incas.