Los productores le otorgan dos semanas más en el aire pero, a la noche siguiente, Beale anuncia en vivo y directo que se suicidará en alguna de las siguientes ediciones que le quedan de programa.
Tras este incidente, la UBS inmediatamente lo saca del noticiero, aunque luego le permiten volver al aire con la excusa de que se despida del público en forma digna, gracias a la persuasión del productor y mejor amigo de Beale, Max Schumacher (William Holden), antiguo editor de noticias.
Pronto, Beale tiene su propio programa, llamado "El Show de Howard Beale", que se convierte en el más visto de la televisión y se hace famoso predicando su furioso mensaje frente a una platea en vivo que, cuando se lo señala, repite a toda voz el célebre latiguillo de Beale.
Petrodólares, electrodólares, multidólares, marcos, rins, rublos, libras y séquels.
Así, Jensen finalmente convence a Beale de abandonar sus mensajes populistas, y éste cambia su discurso.
Sin embargo, el público considera que la nueva visión de Beale sobre la "deshumanización" de la sociedad es deprimente, y el rating comienza a bajar pero, aunque cae en picado, Jensen no deja que los ejecutivos de la compañía despidan a Beale, quien ahora difunde un nuevo evangelio, funcional a los intereses del presidente.
[6] Habiéndola visto un cuarto de siglo más tarde, Roger Ebert dijo que la película es "como una profecía.
Cuando Chayefsky creó a Howard Beale ¿pudo haber imaginado a Jerry Springer, Howard Stern o la World Wrestling Federation (Federación de Lucha Libre Mundial)?
La película está inspirada en el suceso de Christine Chubbuck, periodista estadounidense que se suicidó durante una retransmisión en directo.
Como resultado, Transamerica Corporation entró en crisis en la industria del cine.
adquirió la U.A., y en consecuencia se quedó con los derechos internacionales de Network.
Sin patrocinadores financieros, Turner pronto se endeudó y revendió la mayor parte de M.G.M., aunque se quedó con la colección cinematográfica para su propia compañía, Turner Entertainment -esto incluía quedarse con los derechos nacionales de Network, pero los internacionales seguían perteneciendo a M.G.M., la cual retuvo la colección de la U.A-.
En 1996, la compañía de Ted Turner se fusionó a Time Warner.
En la actualidad, W.B./Turner poseen los derechos nacionales sobre Network, mientras que los internacionales son propiedad de MGM.