El estilo neomanuelino fue una corriente historicista que se desarrolló dentro de la arquitectura y de las artes decorativas portuguesas entre mediados del siglo XIX y principios del XX.
Siguiendo la moda historicista gótica que se extendía por toda Europa a partir de mediados del siglo XIX, el estilo gótico final portugués fue considerado el más caracteristicamente nacional.
La historiografía del arte daba entonces sus primeros pasos y el nombre manuelino, ligando al estilo y producción artística del reinado de D. Manuel I (1495-1521), fue introducido en 1842 por el historiador Francisco Adolfo de Varnhagen.
El neomanuelino comenzó con la edificación del Palacio de la Peña, en Sintra, por el rey consorte D. Fernando de Saxe-Coburgo, entre 1839 y 1849.
En Brasil también hay edificios neomanuelinos, generalmente ligados a instituciones fundadas por inmigrantes portugueses.