Sin duda, profundizaría su formación científica en el Collegio Romano bajo la guía de Cristóbal Clavio, Christoph Grienberger y Orazio Grassi.
Debido a su carácter poco equilibrado, su modo de actuar suscitó críticas, tanto que en 1604 se pensó en un cambio de provincia y el mismo Masuccio pidió ser relevado del cargo.
Se ocupó entonces de obras hidráulicas en Malta y Mesina, pero participó activamente en las facciones que oponían Mesina a Palermo y propiciaban la división de la provincia sicula (que se efectuaría en 1626).
Pasó en Mesina sus tres últimos años con la salud quebrantada y testó en favor del colegio.
Se le deben los colegios de Mineo (1600), cuya iglesia inició en 1613, Trapani (1609-1610) y el colegio nuevo de Mesina (1615), trasladado al nuevo sitio en 1608 tras el incendio que dañó el viejo.
En cuanto a obras hidráulicas, trabajó a petición del Gran maestre de la Orden de Malta en el acueducto Wignacourt desde 1610, pero irritado por razones no bien conocidas, dejó (1612) Malta por su cuenta.