Christoph Grienberger

Tras ingresar en la Compañía de Jesús, estudió en Praga y Viena, y posteriormente sucedió a su tutor, Cristóbal Clavio como profesor de matemáticas en el Collegio Romano en 1612.

[1]​ En 1610, las altas instancias de la iglesia católica dieron la espalda a Grienberger (así como a Clavio, Paolo Lembo, y Odo Van Maelcote, los otros matemáticos del Collegio Romano), por sus opiniones acerca de los nuevos fenómenos que Galileo había descubierto con su telescopio.

Como censor técnico de todos los trabajos matemáticos escritos por autores jesuitas, Grienberger envió a menudo a los autores sus propias correcciones y cálculos, recomendando que se incorporaran a los trabajos antes de ser publicados.

Mario Bettinus, autor de Apiaria Universae Philosophiae Mathematicae, una colección enciclopédica de curiosidades matemáticas, incluye en este texto la declaración siguiente: "Me he beneficiado, lector mío, de la mente e industria del muy sabio y hombre extremadamente modesto, Grienberger, quien, habiendo descubierto muchas cosas maravillosas por él mismo, prefiere dejar para otros sus invenciones y los elogios de otras personas".

Sus clases de astronomía también sirvieron para preparar a otros jesuitas para su trabajo misionero en China.