Los tratados de paz veneciano-narentinos no duraron mucho, ya que los narentinos retomaban pronto la piratería.
La palabra narentino es un gentilicio derivado del río Neretva, llamado en latín y otros idiomas Narenta.
[4] Por su parte, el cronista Juan el Diácono utilizó el gentilicio narentani para referirse a ellos (princeps Narentanorum,[5] Narrentanos Sclavos[6]).
En serbocroata, el nombre de la tribu es neretljani (Неретљани), neretvani y pagani (Пагани), mientras que al Estado se lo llama normalmente Paganija (Паганија).
[7] Las cercanas islas de Chora (posiblemente Sušac[8]), Iës[8] y Lastobon[8] quedaban fuera del territorio que dominaban.
[11][12] Las incursiones navales eslavas en el Adriático aumentaron y se volvió inseguro recorrer este mar.
[17] Los árabes tomaron Creta en 825, Palermo en 831, Tarento en 839 y, tras destruir la armada veneciana en 840, pudieron recorrer libremente el Adriático.
[17] La armada veneciana, obligada a defender el Adriático bizantino, estaba en conflicto constante con las escuadras árabes.
[17] En efecto, la piratería narentina crecía cuando se debilitaba la posición veneciana o la situación en el Adriático la favorecía.
[17] En 840, los venecianos atacaron al caudillo narentino Ljudislav, pero no lograron vencerlo;[17] Ljudislav (Liuditus sclavus), posiblemente sucesor o jefe que compartía el poder con Drosaico, venció al dogo y mató a cientos de sus hombres.
[17][22] El advenimiento del emperador Basilio I (867-886) comportó cambios importantes en Bizancio; soberano enérgico, logró estrechar lazos con los búlgaros, e incluso con los distantes croatas, y protegió bien el Imperio.
[23] Los narentinos no aparecen mencionados en relación con la expedición militar bizantina a Bari enviada por Basilio I (867-886), en la que sí participaron otros eslavos dálmatas.
[24] Según Evans, estos siguieron siendo paganos hasta el 873, cuando el almirante bizantino Orifas los convenció para que aceptaran el bautismo.
[27] En 887, el dogo Pietro I Candiano envió tropas contra los narentinos que desembarcaron en la «colina eslava» (mons Sclavorum) y pusieron en fuga al enemigo.
[14] Los narentinos fueron derrotados en la batalla que se disputó en agosto del 887 en Makarska, y sus cinco barcos fueron destruidos a hachazos.
El príncipe serbio y el jefe militar bizantino de Dirraquio León Rabduco se reunieron en tierras narentinas para negociar una alianza contra los búlgaros.
[28] En 948 los narentinos estaban en guerra con el dogo veneciano Pietro III Candiano, quien envió contra ellos treinta y tres galeras de guerra al mando de Urso Badovario y Pietro Rozollo, aunque los narentinos repelieron la ofensiva.
[28] En 997, los narentinos incrementaron las incursiones contra ciudades latinas y venecianas; tenían estrechos vínculos con el señor croata Svetoslav Suronja, quien por entonces disputaba el trono a sus dos hermanos; esta relación hizo que las ciudades latinas dálmatas y Venecia se volvieran contra Svetoslav.
[32] En 998, la República de Venecia, sometida aún a la autoridad del emperador bizantino, dominaba las ciudades bizantinas dálmatas; la Croacia dálmata estaba sumida en la guerra civil; por su parte, los narentinos eran semiindependientes y corrían el Adriático, acosando particularmente a los venecianos.
Los emisarios narentinos llegaron a la residencia temporal del dogo en Split para pedir la liberación de los prisioneros.
[43] La información más antigua sobre los narentinos data de principios del siglo IX y aparece en el Chronicon Venetum et Gradense.
[46][47][48] Pavel Jozef Šafárik (1795-1861) consideraba que la primera información histórica sobre los serbios era precisamente la relativa a los narentinos.
[52] El historiador croata Vladimir Košćak (1921-1991) creía que los narentinos estuvieron sometidos a la autoridad croata desde Trpimir hasta Domagoj (m. 876) y que, tras la muerte de este, enviaron emisarios a Basilio I y reconocieron brevemente como señor, hasta la caída del protegido bizantino Zdeslav (879), momento en el que se sacudieron la tutela bizantina; Košćak limitaba además el dominio bizantino al sur de Pagania y aseveraba que las provincias de Pagania, Zahumlia, Travunia y Dioclea volvieron a estar bajo dominio croata en tiempos de Branimir (879-892).