En 1905, se publicó su primera historia, El día pasó, en la revista Niva (Campo), también con su nombre completo.
Lo escribió en 1904 y lo envió por primera vez a la revista El mundo de Dios, que lo rechazó.
En los años que rodearon la Revolución rusa de 1905 publicó historias con connotaciones políticas contra el gobierno zarista.
Fue colaboradora de la primera revista bolchevique Nóvaya zhizh (Vida nueva), cuyo consejo editorial incluía a escritores como Maksim Gorki y Zinaída Guipius.
Su mejor trabajo apareció en la revista Satirikón y en el popular periódico Rússkoie slovo (La palabra rusa).