Alfred de Musset

A sus 20 años, su notoriedad literaria fue acompañada de una dudosa reputación, que alimenta además su faceta dandi.Y, de 1833 a 1835, sostiene un apasionado romance con la novelista George Sand.Más tarde fue también bibliotecario del Ministerio de Instrucción Pública durante el Segundo Imperio.También escribe algunas piezas dramáticas: El candelabro, Con el amor no se juega, De nada hay seguridad, Andrea del Sarto, Un capricho, Lorenzaccio, Fantasio, La noche veneciana, Barberina, Nunca se debe jurar nada, Louison, Carmosina, Bettina, No podría pensar en todo, Es preciso que una puerta esté abierta o cerrada, obras todas donde se advierten ecos de Marivaux, Marmontel y Beaumarchais, pero con todo con un sello de malicia, espontaneidad y gracia muy característico.Se hizo célebre asimismo una novela suya de contenido en parte autobiográfico, La confesión de un hijo del siglo, dedicada a George Sand, y recopiló su narrativa breve en Poeta caído, Mimí Pinson e Historia del mirlo blanco.
Tumba en Père Lachaise , obra del escultor Jean Auguste Barre .