En la actualidad constituye un conjunto único en su género, albergando piezas de todas las etapas de la historia del arte, desde la prehistoria hasta el siglo xx, todas ellas repartidas en diecisiete salas, en el entorno del claustro catedralicio.
Se accede a él por una hermosa puerta de nogal, que según el profesor Merino Rubio, había sido hecha para la librería por Juan de Quirós, antes del año 1513; en su tímpano se narra la escena de la Anunciación, plenamente flamenca, sobre un espacio con arquerías góticas.
El soporte de sus tres cuerpos está profusamente decorado con labores menudas de bueráneos, "candelieri", medallones y otros temas del mejor Renacimiento.
Se buscó como pretexto para colocar el escudo del obispo mecenas, Pedro Manuel, la pequeña tribuna que resalta sobre la balaustrada.Son varias las obras expuestas en este marco configurado por la caja de la escalera.
En la biblioteca hay varios manuscritos visigodos y un ejemplar de la Lex Romana Visigothorum.