Su construcción coincidió con la expansión urbanística de la ciudad durante ese siglo.
[3] Su trazado original del siglo XI coincide prácticamente con el definitivo.
Esto se debió en un primer momento a la importancia de la ciudad como plaza fronteriza frente al Reino nazarí de Granada y posteriormente por constituirse la plaza en puerto fronterizo, base militar y lanzadera de operaciones norteafricanas e italianas.
[5] La muralla se intervino en época moderna en varias ocasiones, hasta su abandono y posterior desmantelamiento en el siglo XVIII.
[2]:133 Su etapa de mayor esplendor en lo que a intervenciones arquitectónicas se refiere fue durante el siglo XVII, siendo gobernador Fernando Carrillo Manuel, marqués de Villafiel.
En muchos casos, se ha decidido mantener los restos localizados cubiertos bajo la nueva edificación tras su exploración arqueológica.
Los restos conservados visibles son los siguientes: Además, con frecuencia aparecen restos tras el derribo de edificios, como los existentes en solares de la plaza del Teatro o entre la calle Beatas y la calle Álamo.