Ha existido desde la Alta Edad Media, cuando monjes irlandeses y benedictinos italianos se ubicaron en los Vosgos.No obstante, la mayor parte del Munster que se comercializa se realiza industrialmente usando leche de vaca pasteurizada, lo que impide apreciar el perfume de los altos pastos.La corteza se lava con salmuera: los coryneformes Brevibacterium linens (llamado fermento del rojo).La textura resulta suave, es semiduro y de color amarillo oscuro.Como todos los quesos de corteza lavada, tiene un olor penetrante y fuerte fácilmente reconocible, pero el gusto es suave.Es correcto tomarlo con alcaravea, pero con comino, especia semejante, se considera un error bastante extendido.El Munster puede tomarse en raclette, fundido sobre pan tostado o patatas calientes y cebollas finamente cortadas.Los Estados Unidos y Dinamarca elaboran sus propias versiones de este queso.El munster o muenster alemán es similar al Munster-Géromé de Francia.El Munster francés fue adoptado rápidamente en la región de la Selva Negra y llamado Münsterkäse.[1] A nivel nacional, el Munster es reconocido en Francia como appellation d'origine contrôlée (AOC) desde 1969.