Mujer saliendo del psicoanalista

En 1936, tras estallar la guerra civil, conoce al poeta surrealista francés Benjamín Péret, quien se presenta en su casa de Barcelona para ayudar a la causa en contra del franquismo.

A un lado de la puerta abierta, en la pared, hay una placa con una grabación que dice «Dr.

[4]​ Esta figura, evidentemente femenina, con un rostro joven y cabellos son blancos, es el símbolo de la fortaleza que la mujer tiene para dominar su interior, pues su melena blanca representa su sabiduría a pesar de ser tan joven.

A su vez viste un gran manto verde, el cual, forma en sus pliegues un rostro similar al de la mujer, pero girado a la dirección contraria, lo que significaría la forma del inconsciente y la autenticidad del hombre, tal como dice Carl Jung.

[2]​ En la mano derecha sostiene una canastilla, en la que se dejan ver tres objetos; un reloj, cuyo significado se interpreta como el miedo de llegar tarde a una cita; por otro lado vemos una llave, que simboliza la feminidad y por último, hay un huso para hilar, objeto que ha estado relacionado con una actividad propia de la mujer en muchas culturas, y en este cao, se refiere a las tejedoras del destino.