Es una balada apoyada solamente por una guitarra acústica, interpretada por Jorge Laboy, quien también ayudó en la composición de la canción.
[1] Es una de las canciones en el álbum con índole social, junto a «Infieles» y el sencillo principal, «Angelito».
Entre esas canciones, destaca a «Muñecas de porcelanas» como una de las propuestas más distintas en el álbum, donde apela a letras con mayor sensibilidad, siendo centrado en el lesbianismo.
[3] Uno de los motivos que lo llevó a grabar la canción fue la percepción negativa sobre el reguetón, comentando “he hecho esta canción porque, se diga lo que se diga del reggaetón, no soy machista y el no serlo, no le falta a la hombría de un varón”.
[4] Se concentra en 2 mujeres que sufren diferentes acontecimientos en sus vidas: una de ellas sufre el abandono de su marido justamente el día en que iban a contraer matrimonio y la segunda que sufrió en su infancia abusos sexuales por parte de su padre.