Movimiento por los derechos de los padres
El movimiento por los derechos de los padres es un movimientos de hombres cuyos miembros están interesados principalmente en temas relacionados con el derecho de familia, incluyendo la custodia legal por los padres y su manutención o pensión alimentaria que afectan a los padres y sus niños.[5][8] Objeciones a las caracterizaciones del movimiento como un movimiento social están relacionadas con la creencia de que la discriminación contra los padres va más allá de las ciencias sociales y tiene su origen en la intervención del gobierno en la vida familiar.[11][15][16][17] Los miembros tienden a ser políticamente conservadores[4][18] pero no comparten un único conjunto de puntos de vista políticos o sociales[18] y son muy diversos en sus objetivos y métodos.Farrell también cree que el movimiento ayuda a los niños, debido al aumento del número quienes son criados a partes iguales por ambos padres, que a su vez aumenta los beneficios sociales, académicos, psicológicos y físicos de los niños - lo que a su juicio se convierte en un problema de derechos de los niños con los padres actuando como defensores.[35] Algunos miembros del movimiento de los derechos de los padres han abogado por la violencia, sobre todo Thomas Ball, que escribió una carta instando a los padres a incendiar los juzgados y comisarías.[36] En enero de 2006, Fathers 4 Justice fue disuelto temporalmente[37] después de que se revelara que algunos miembros estaban conspirando para secuestrar a Leo Blair, el joven hijo del ex primer ministro Tony Blair.[42][43] Baskerville afirma que el resultado del divorcio es excesivamente unilateral y es iniciado por las madres en más de dos tercios de los casos - especialmente cuando los niños están involucrados.[44] Los miembros del movimiento también establecen que los tribunales de familia son lentos para ayudar a los padres hacer valer sus derechos de paternidad[45] (una reclamación respaldada por la investigación[46]), caros y que consumen mucho tiempo.[47] Baskerville también ha declarado que los tribunales de familia se manejan en el secreto y censuran y son punitivos hacia los padres que les critican.[52][53] Piden leyes que creen una presunción apelable o praesumptio iuris tantum de custodia compartida por igual después del divorcio o la separación, por la que los niños pasen el mismo tiempo con cada padre a menos que hubiera razones en contra de ello.[57][58] Warren Farrell afirma que para los niños, la crianza compartida con tres condiciones (el niño tiene aproximadamente el mismo tiempo con mamá y papá, los padres viven lo suficientemente cerca entre sí de manera que el niño no tenga que renunciar a los amigos o a sus actividades al visitar al otro padre y no haya críticas recíprocas entre padres) es el segundo mejor arreglo de familia, después de la familia de dos padres intacta, seguido por la custodia primaria del padre y luego la custodia primaria de la madre y añade que si no se puede acordar la paternidad compartida, los niños en promedio están mejor psicológica, social, académica y físicamente, tienen niveles más altos de la empatía y asertividad y niveles más bajos de TDAH, si el padre tiene la custodia primaria en lugar de la madre.[66] Baskerville escribe que las propuestas para promulgar leyes de custodia compartida son rechazadas por los abogados de divorcio y dice que los grupos "feministas radicales" se oponen a la paternidad compartida debido a la posibilidad de la violencia doméstica y el abuso infantil.[67] Mo Yee Lee afirma que los arreglos de custodia compartida son buenos para los niños sólo si no hay conflicto entre los padres.[68] Los grupos feministas afirman que si se ordena la paternidad compartida, los padres no querrán proveer su participación en el cuidado diario de los niños.[77] Por el contrario, científico social Sanford Braver afirma que la mala imagen del padre divorciado es un mito que ha dado lugar a políticas sociales nocivas y peligrosas.[79][80] Los activistas afirman que las directrices actuales son arbitrarias, proporcionan a las madres incentivos financieros para pedir el divorcio y dejan a los padres con pocos ingresos discrecionales para disfrutar con los niños durante su tiempo de crianza.Afirman que los abogados aconsejan a las mujeres hacer tales acusaciones.[54] El crítico académico Michael Flood sostiene que los grupos de derechos de los padres han tenido un impacto perjudicial en los programas y políticas sobre violencia doméstica, tratando de desacreditar a las mujeres que sufrieron la violencia, para echar atrás las protecciones legales disponibles para las víctimas y las sanciones impuestas a los autores y socavar los servicios para quienes sufrieron la violencia de los hombres.[44] Baskerville propone que la violencia doméstica y el abuso de menores deben ser juzgados como asalto criminal, respetando las protecciones del debido proceso y que la financiación gubernamental para programas que abordan estas cuestiones se deben hacer depender de esa condición.[99] Stephen Baskerville afirma que las leyes que establecen el divorcio sin culpa pueden ser vistas como uno de los experimentos sociales más audaces de la historia moderna que han terminado efectivamente con el matrimonio como un contrato legal.[103] Stephen Baskerville propone "límites razonables" para el divorcio sin culpa cuando se trata de niños.UU., algunos estados han aprobado leyes para proteger los derechos de los padres solteros a la custodia.Los tribunales han apoyado cada vez más estos derechos, aunque los jueces a menudo requieren pruebas de que el padre ha mostrado interés y brindado apoyo financiero y emocional a la madre durante el embarazo.[114] Sin embargo, algunos feministas, como la expresidenta de la organización feminista National Organization for Women, la abogada Karen DeCrow, han apoyado el concepto de "aborto financiero".[116] En 2006, el Centro Nacional de Hombres estadounidense respaldó una demanda conocida como Dubay vs Wells, precisamente en relación con dicho «aborto financiero».