El presidente envió al coronel José Escolástico Andrade a controlar la situación, poco después acudía personalmente en compañía de sus edecanes, el ministro Infante y el capitán colombiano Cipriano Escalona.
Enardecido por el recibimiento, aplicó espuelas al caballo y entró acompañado de Escalona.
¿qué queréis?», pero antes de acabar la frase tres descargas cerradas por orden del sargento tucumano Guillermo Cainzo le horadaron el sombrero, lo hirieron superficialmente en la frente y el brazo derecho, mientras Escalona era alcanzado en el izquierdo.
El palacio se llenó de partidarios, entre ellos Olañeta, quien juró a Sucre sofocar la revuelta.
[10] Ocho días después Gamarra se reúne con sus oficiales y les informa que La Mar le dio completa libertad para actuar en el sur.