[2] Se distingue del Tipo 97 81 mm por su corto cañón y su sistema de disparo.
Además, dos pequeños ganchos están unidos en el mismo lugar para poder atar una correa de transporte.
La estabilidad fue muy satisfactoria al disparar proyectiles con uno a cuatro incrementos, pero al disparar con cinco a seis incrementos hizo que el mortero saltase notoriamente y produjo un hundimiento de la placa base.
Este eje debe ser golpeado fuertemente con un mazo para empujarlo dentro y lanzar el percutor contra la cápsula fulminante del cartucho propulsor.
Cuando vuelve a su forma original, retira el eje de leva y el percutor baja en la recámara, quedando listo para el siguiente disparo.
En el exterior, el cañón tiene una línea de puntería y una base para montar un cuadrante junto a la boca.
La mayoría de morteros con un calibre menor a 200 mm emplean un percutor fijo en el fondo del cañón, que golpea la cápsula fulminante en la base del proyectil cuando este es soltado en el cañón, encendiendo la carga propulsora.
Los morteros más grandes, tales como el mortero de retrocarga M1919 de 12 pulgadas, son disparados mediante un acollador que libera el percutor, o al cerrar un circuito eléctrico que enciende la carga propulsora.
[4] El Tipo 99 81 mm es disparado al golpear su gatillo con un martillo u otro objeto pesado.
Cuando la palanca del seguro es girada a "fuego", el percutor está en la posición "abajo", pero ahora la leva puede moverse libremente.
Si el eje de leva es golpeado con un ladrillo o un mazo, el percutor irá hacia arriba y disparará el proyectil.
Si esta es girada de "fuego" a "seguro" con el eje de leva del percutor presionado, el percutor quedará fijado en la posición "arriba" y el proyectil se disparará al ser soltado dentro del cañón.
Esta va sostenida por dos bloques de madera dentro del recipiente, cuyas formas sostienen su base y su punta.
[1] En general, los japoneses estaban mal preparados para empaquetar adecuadamente la munición al inicio de la guerra.