La cadena está compuesta por roca caliza blanca, caracterizada por topografía cárstica.
El nombre procede del rey sículo Iblón, quien dio una porción de su territorio a colonizadores griegos para que construyeran la polis (ciudad) de Megara Hyblaea.
Los ríos erosionaron la meseta, formando numerosos y profundos cañones.
Los montes Ibleos se caracterizan por suaves laderas, interrumpidas por profundos valles.
La cordillera es recorrida por varios ríos, que desembocan en el Mediterráneo o en el Jónico.