Da su nombre al barrio de la ciudad que se ha desarrollado allí desde el siglo XX.La posición del monte Sacro se ha establecido mediante los numerosos escritos de la época romana que varios autores[1][2][3] dejaron, entre ellos Cicerón[4] y Tito Livio.[5] Cuentan las leyendas que allí oficiaban los augures cuando efectuaban sus vaticinios observando el vuelo de los pájaros.El cónsul Menenio Agrippa se dirigió a la plebe con el ahora famoso apólogo que comparó la sociedad con el cuerpo humano en el cual cada parte tiene su función por el bien del conjunto.[6] Según algunos esta es la causa del nombre sacro asignado al monte.
Puente Nomentano con el monte Sacro al fondo (dibujo de
Giuseppe Vasi
).