Puente Nomentano

El puente fue construido en la época romana y desde entonces ha sufrido muchas alteraciones: fue destruido varias veces por causa de inundaciones y guerras y, durante la Edad Media, fue fortificado debido a su posición decisiva desde el punto de vista estratégico y militar.

Durante siglos fue uno de los pocos accesos a Roma para los que venían del norte, junto con los puentes Salario y Mammolo, en Aniene, y Milvio, en Tíber.

[1]​ Según la tradición fue en este puente donde tuvo lugar el histórico encuentro entre el papa León III y Carlomagno, para la coronación en Roma en 800.

El plan consiste en dos torres con almenas gibelinas, bajo las cuales, a través de un arco rebajado, pasa la Vía Nomentana.

Originalmente se construyó con bloques cuadrados de toba, a excepción de las arquivoltas de travertino, y tenía tres arcos: el central, más grande que los otros dos, sobrepasaba al río.