El monte Heng (en chino tradicional, 恆山; en chino simplificado, 恒山; pinyin, Héng Shān) es una de las cinco montañas sagradas del taoísmo.
Por su situación en el norte del país, durante mucho tiempo fue de difícil acceso para los peregrinos chinos.
De ahí que no sea tan importante como las otras montañas taoístas.
[1] Durante la dinastía Song, se utilizó el templo Beiyue para ofrecer sacrificios a la montaña.
Durante este tiempo, la dinastía Liao controlaba el monte, pero para mantener su legitimidad política y recibir apoyo de la comunidad religiosa, el emperador Song lo escogió como lugar para realizar sacrificios en favor de la montaña, pese a que no estaba en su territorio.