Su situación fronteriza le hizo padecer saqueos e incendios que terminaron con los archivos monásticos, especialmente los ocurridos en 1526, que destruyó gran parte de la iglesia, biblioteca y archivos, y en 1793, durante la Guerra de la Convención francesa.
La más conocida está en Zugarramurdi, a unos 4 km por carretera, célebre por los procesos inquisitoriales y leyendas sobres brujas.
La orden premonstratense vivió allí durante siglos XII y XIII, pero no se ha conservado nada desde la Edad Media.
[1] De las construcciones románicas y góticas que pudo tener el conjunto monacal no queda rastro.
La actual iglesia y el claustro contiguo fueron construidos en el siglo XVII por el cantero Martín de Zubieta.