Los señores del lugar hacían grandes donaciones, llegando a tener seis canónigos y un prior.
A partir de la muerte de su último prior Arnald Fresc, en 1395, se inició su decadencia, ya que los priores comendatarios se empezaron a apropiar las rendas que tenía el monasterio.
En el ábside central hay cinco hornacinas semicirculares separadas por semicolumnas.
El campanario cuadrado, es del siglo XVI, colocado sobre la fachada principal.
En el Museo Diocesano y Comarcal de Solsona, se encuentra una tabla pintada al temple, narrando la vida del apóstol San Jaime de finales del siglo XIII.