El monasterio de Mileševa fue fundado entre 1234 y 1236 por el rey serbio Vladislav.
El monasterio está situado en un valle del río Mileševa, cerca de Prijepolje.
Algunos historiadores creen que la coronación del rey Tvrtko I de Bosnia tuvo lugar en Mileševa.
En tiempos posteriores, después de varias demoliciones turcas, una nueva restauración se llevó a cabo en 1863, cuando la iglesia cambio considerablemente de apariencia.
En 1594, los otomanos sacaron las reliquias de San Sava del monasterio y las quemaron públicamente en la colina de Vračar en Belgrado, haciéndole así un mártir póstumo.