Molino de viento El Zurdo

Este molino sufrió un arresto judicial durante varios años por haber matado a su dueño entre sus engranajes.Ya en el siglo XIX, su propietario fue Doroteo Zarco Lillo, llamado “El Barbas”, dueño también de los molinos del Rebollo y El Viejo.[1]​ Fue el único molino que, tras el cese de la actividad molinera, se mantuvo en pie durante la Guerra Civil.Sobre la puerta se conserva la fecha de 1841, probablemente perteneciente a alguna restauración.En la parte superior se encuentran las ventanas que tienen como fin servir al molinero para identificar el viento dominante.[1]​ Para orientar las aspas al viento se utilizan los hitos, situados frente a las ventanas del molino, el borriquillo y el palo de gobierno.También hay una alacena para guardar todos los aparejos y herramientas del molino.En esta planta se encuentra la rueda catalina, engranaje soportado por cuatro vigas de madera llamadas madres y situado en el eje del aspa, en vertical, que transmite el movimiento giratorio a la linterna o eje vertical que a su vez lo pasa a la piedra volandera, haciéndola girar sobre la piedra solera y moliendo el grano por fricción.[1]​ El molino al exterior presenta las aspas, formadas por varias piezas como los cabríos (el armazón de palos), denominados los horizontales teleras y los transversales listones.