Su principal objetivo es la personalización y adaptación de los sistemas a las necesidades específicas del usuario.
Por lo tanto, es la base de cualquier cambio adaptativo en el comportamiento del sistema.
Sin embargo, estos modelos de usuario ajustados automáticamente permiten una buena precisión cuando pasa el tiempo.
Aun así, el diseñador del sistema tiene que elegir cuanta influencia tienen la información aprendida sobre los datos otorgados por el usuario en caso de contradecirse.
Una vez que el sistema ha recopilado información sobre el usuario, puede evaluar los datos con algoritmos analíticos y así comenzar a adaptarse a las necesidades del usuario.
La información y sus funciones pueden ser presentadas en función de los intereses del usuario, su conocimiento o sus objetivos, mostrando solo las características relevantes y escondiendo información que los usuarios no necesitan.
Si las características del usuario concuerdan con las de otros, el sistema puede asumir que el usuario tiene las mismas características en áreas en las que el sistema no tiene información del mismo, pero si de otros.